- Nota principal
En Mendoza la distribución del agua de riego se realiza de forma programada: lo más común es un esquema a través de turnos. El regante recibe el agua mediante turnos pre establecidos, independientemente de las necesidades particulares de cada productor.
Tanto los caudales como las frecuencias de riego pueden ser óptimas para un tipo de cultivo y método de riego pero no ser lo mejor para otros. Por ello, para acompañar el proceso de diversificación de los cultivos en una zona, se debe otorgar a los usuarios diferentes posibilidades en el uso del agua.
Teniendo en cuenta estas necesidades específicas, el riego acordado es un sistema programado de distribución (por turnos) que le brinda mayor flexibilidad al sistema. Consiste en otorgarle al productor la posibilidad de participar en el armado de los turnos, a través de pedidos puntuales de riego. Así, el productor puede elegir el momento en el que le es más conveniente la entrega del agua en función de la demanda de sus cultivos. La Inspección de Cauce debe recibir este requerimiento a través de un pedido formal y armar el cuadro de turnos conforme a lo solicitado y a lo posiblemente realizable.
Se trata de un gran paso hacia la flexibilización en la entrega del recurso. Es importante hacer hincapié en los dos pilares de la distribución: la gestión y la infraestructura. Una buena gestión aumenta la posibilidad de aprovechar la infraestructura existente de manera que acompañe la flexibilización.
Implementalo no significa una gran inversión de recursos pero si posee un gran impacto en el manejo interno de las Inspecciones de Cauce que es donde se realiza la mayor labor, analizando primero los problemas existentes y las demandas de los regantes para luego proponer una herramienta para la gestión.
El sistema es optativo para los regantes e Inspecciones y funciona en paralelo al sistema tradicional de distribución. La premisa fue mejorar la gestión actual e implementar la opción de riego por pedidos o acordado.
Objetivos
- Generar un modelo de gestión de distribución de agua en canales de riego que facilite la implementación de un sistema de riego por pedidos.
- Optimizar la infraestructura de riego existente.
- Generar una metodología que permita implementar la distribución por pedidos en otros canales de la provincia.
Construcción del modelo de gestión
La Inspección de Cauce sobre la que se trabajó es Canal Bajada Araujo, perteneciente a la 5ta Zona de Riego del río Mendoza.
El modelo de gestión surge del trabajo en conjunto de profesionales del DGI, autoridades de la Inspección y personal de la Asociación de Inspecciones de Cauce.
Como primer paso se realizó una encuesta a los productores que recopiló las inquietudes y necesidades tanto de los regantes como de las autoridades del canal, arrojando las siguientes precisiones:
- Lugar donde realizar pedidos: oficina de la asociación de regantes.
- Variables para realizar pedidos: turno de riego y superficie.
- Requerimiento de asistencia técnica de riego en las fincas.
- Frecuencia de riego esperada o deseada.
- Forma de realizar el pedido de agua.
- Conformidad de querer sumarse a la iniciativa.
Es necesario llevar una "cuenta de agua", expresada en volumen (metros cúbicos), que relacione el agua entregada, el agua correspondiente y el balance.
Como base para la construcción del modelo de gestión se tomó el sistema de cuadros de turno que poseía la Inspección, desarrollado por los ingenieros Cuneo y Satlari del DGI, en 2005. Esto permitió continuar con un trabajo de flexibilización, utilizando planillas excel para expresarlo.
Funcionamiento del sistema
- Construir la red de riego que consta de: canales, hijuelas, ramas, reservorios y luego se asignan los regantes a cada hijuela.
- Colocar los datos de operaciones generales del canal: seccionado interno del canal, hijuelas que rieguen todos los turnos o una combinación de ambos.
- Para la realización de los turnos, se carga la información de deuda de cada regante, datos generales del turno y pedidos de riego si los hubiera. Se arma el esquema de distribución, combinando la apertura y cierre de las compuertas de las hijuelas y la duración del turno, de manera tal de cumplir con los pedidos y el esquema propuesto. El sistema calcula el caudal a dotar cada hijuela para satisfacer los volúmenes de riego en el tiempo establecido.
Se realiza la distribución del agua de turno como normalmente lo hace la Inspección y luego, si hubiese alguna distorsión de lo planeado, se carga la misma indicando para el regante el día y hora de apertura y cierre de su compuerta y el caudal que se le entregó.
Este esquema de trabajo permite obtener un caudal en cabecera del canal que se mantiene constante durante el turno y que es el que permite satisfacer los pedidos y la entrega normal de agua a los regantes. Al no variar el caudal en cabecera de la Inspección durante el turno no existe un cambio sustancial en la operación de la red primaria, simplemente la misma debe garantizar que el caudal dotado sea el requerido por la Inspección.
El fin de este manejo propuesto es llevar al mínimo los movimientos de compuertas para satisfacer pedidos y que ocurran dentro de la red de riego de la Inspección, o sea en la red secundaria.
Condiciones para implementar el riego acordado
Para que esta mejora en la gestión de la distribución pueda aplicarse es importante que todas las partes involucradas, tanto los regantes como las autoridades de la Inspección y los operadores de la red, tengan confianza en que el sistema va a funcionar. Pueden surgir elementos para corregir y cambiar, dependiendo de cada canal y su situación, pero en mayor o menor medida cada sistema puede flexibilizarse y entregar un mejor servicio a los regantes.
Con respecto a la infraestructura, es necesario y excluyente poder medir los caudales entregados a cada regante. Si la entrega se realiza tanto a través de hijuelas como a través de tomas directas, se debe poder medir el caudal en la cabeza de la misma.. En la zona piloto la medición de caudales se realiza a través de aforadores de cresta ancha aguas debajo de la toma sobre el canal.
En algunos lugares es necesario la colocación de compuertas de baja altura para poder asegurar los niveles de agua necesarios para derivar el caudal que se determine. Para la red de riego del Canal Bajada Araujo se trabajó sobre un modelo hidráulico (HEC-RAS) para determinar la altura y los lugares donde colocar o recrecer las compuertas de baja altura.
Para poder realizar la entrega de agua fuera de turno (en el presente trabajo de denomina entreturno) es necesario poder contar con un volumen de agua embalsado en reservorios aguas arriba.
Conclusiones y limitaciones
El sistema, al ser una entrega acordada y programada, presenta limitaciones a la hora de poder satisfacer pedidos como capacidad de conducción de los canales, caudales mínimos y máximos a derivar en las hijuelas o ramas, pérdidas por conducción en cauces de tierra, entre otros. Estas limitaciones pueden servir para poner en evidencia las obras que son prioritarias y lograr direccionar los recursos para futuras mejoras de la red.
Una ventaja operativa es que una vez implementado es sencillo realizar cambios en la forma de dotar las hijuelas (cambios de sección de las mismas, en los caudales, horario de apertura y cierre compuertas). Esto genera una mejora continua en la gestión de la red de la Inspección ya que la herramienta con la que se realiza la planificación del turno contempla una gran variedad de situaciones. Así, el Inspector puede probar distintas opciones y elegir la óptima. También se contempla la posibilidad de hacer uso de un reservorio que permite almacenar agua para satisfacer los pedidos, logrando una mayor independencia de la red primaria.
El modelo se desarrolla en Excel, debido a la amplia difusión que posee el programa y a la facilidad en su uso por parte del personal de las Inspecciones.