- Nota principal
Lonas regadoras para el aumento de la eficiencia de riego
Introducción
En la zona de regadío de Mendoza los agricultores sistematizan las parcelas cultivadas con el fin de recibir y distribuir el agua de turno para el riego superficial. El objetivo es conducir el agua al pie de las plantas para que infiltre en la zona radicular del cultivo y active el proceso evapotranspiratorio que asegura su crecimiento, desarrollo y productividad. Existe una gran diversidad de formas de adaptación de dicha sistematización de parcelas según los diferentes tipos de cultivos (permanentes o anuales), las clases texturales del suelo (desde suelos arenosos a suelos “pesados” o arcillosos), las pendientes generales, los accidentes geográficos o de terreno y otras múltiples realidades particulares que se encuentran en los oasis. Dichas adaptaciones constituyen innovaciones tecnológicas que han sido adecuadas (y en muchos casos también producidas) por los agricultores y se han difundido como prácticas culturales a través de las generaciones y de la experiencia transmitida de productor a productor.
En épocas de escasez hídrica sostenida, la necesidad de una buena sistematización que asegure el destino productivo del agua de riego es cada vez más decisiva en la continuidad de la producción agrícola. Se deben apuntalar las capacidades de los regantes para adaptarse a las inevitables variaciones en la oferta hídrica que, a su vez, deberá ir ajustándose cada vez más a la demanda real de los cultivos.
Una de las principales soluciones que una buena sistematización debe ofrecer es la posibilidad de un completo ataje del agua en las acequias principales de conducción interna (llamadas regueras) para la derivación hacia las bocas de riego o hacia acequias menores (contraacequias). Actualmente los elementos de ataje que se usan sobre las regueras son variados, desde tapones de tierra que se arman y desarman con cada riego hasta compuertas de chapa en marcos de hormigón. Cada sistema presenta ventajas y desventajas. Los tapones de tierra, por ejemplo, son más prácticos en suelos de textura fina y para acequias de muy pequeñas dimensiones, pero se vuelven una tarea inútil en suelos arenosos o en regueras que conducen grandes caudales. En este marco, las lonas plásticas son una alternativa que ofrece ciertas ventajas comparativas en el riego parcelario.
Lonas regadoras
La lonas regadoras son un sistema de ataje y derivación que consiste en un film plástico de polietileno o PVC (impermeable) de entre 200 y 300 micrones, enrollado y sellado sobre un palo que se coloca transversalmente sobre la acequia regadora. La lona se extiende hacia el sentido aguas arriba de la acequia y se fija sobre el fondo y los laterales con tierra, piedra u otros elementos de peso.
Figura 1: Lona regadora sobre acequia central
Esta tecnología ha sido adoptada principalmente por productores hortícolas en la provincia de Mendoza y su uso se ha ido extendiendo a viticultores y fruticultores. Si bien su conocimiento es generalizado y es utilizado ampliamente, tiene mucho potencial de expansión para ser incorporado en múltiples sistemas productivos que utilizan el riego por superficie.
La principal ventaja de esta herramienta es su versatilidad asociada al bajo costo de producción, lo que le permite al productor utilizarla en una gran variedad de situaciones. Esta característica tiene una particular importancia, ya que una mayor capacidad de adaptación se vuelve crítica para el mantenimiento, la subsistencia y el desarrollo de las unidades productivas frente a las consecuencias no deseadas de una mayor restricción hídrica; el aporte de las lonas plásticas en este sentido es considerable.
Además, un buen sistema de ataje y derivación de los caudales permite un mayor control sobre la dotación de agua que se entrega a los cultivos, pues al entregar caudales regulados se amplía el margen de optimización de la eficiencia.
Figura 2: Uso de lonas para la derivación de caudales
Usos de las lonas regadoras
Las lonas regadoras pueden ser usadas en hijuelas, regueras y contraacequias de una parcela con el objetivo de embalsar el agua para ingresarla a una determinada unidad de riego o tapada. También pueden ser utilizadas como compuertas sobre las bocas de ingreso a surcos o melgas.
Las mismas lonas que se usan como regadoras pueden ser utilizadas en la impermeabilización de canales y acequias que tengan una alta tasa de infiltración para mejorar la estanqueidad de las compuertas de machimbre o chapa, entre otros usos.
Figura 3: Lona plástica utilizada como sistema de ataje en reguera e impermeabilizando bocas de entrada para evitar erosión
Ventajas que ofrecen las lonas regadoras
Las lonas regadoras ofrecen un gran número de ventajas como elementos de ataje y derivación del agua.
- Son herramientas fáciles de construir con materiales accesibles y disponibles en el medio.
- El costo de armado es muy bajo y no requiere mayores conocimientos técnicos.
- Se adaptan a una gran variedad de secciones y caudales de manejo, pudiéndose trabajar cómodamente con ellas con caudales de entre 10 y 300 l/s.
- Son elementos portátiles que pueden trasladarse e instalarse en distintos puntos de la finca según la necesidad del regante, otorgándole mayor capacidad de adaptación frente a caudales de manejo variable.
- Existen adaptaciones en la construcción de las lonas que permiten la regulación del caudal en el tiempo.
- Se trata de una tecnología con una amplia apropiación por parte de diversos productores de la zona (principalmente hortícolas).
- Ahorran tiempo y esfuerzo en la operación de riego.
Tabla 1: Comparativa de propiedades de los sistemas de ataje más comunes
|
Tapón de tierra |
Lona regadora |
Marco de hormigón y compuerta |
Costo relativo |
Nulo |
Bajo |
Alto |
Operatividad |
Baja |
Alta |
Alta |
Versatilidad |
Baja |
Alta |
Media |
Durabilidad |
Baja |
Media |
Alta |
Regulación de caudal |
No |
Sí |
Sí |
Transportabilidad |
No |
Si |
No |
Fuente: Departamento de Planificación e investigación hídrica, DGI.
Dimensiones de las lonas En un relevamiento de los cauces internos de las fincas en la zona Norte del río Mendoza se obtuvieron las siguientes dimensiones medias de regueras.
Figura 4: Dimensiones medias de regueras
Fuente: Departamento de Planificación e investigación hídrica, DGI.
Se propone entonces utilizar una lona regadora tipo, de: 2m de ancho por 2,5m de largo, sellada sobre poste de álamo u otra madera de 2m de largo. Con estas dimensiones se pueden cubrir una gran variedad de cauces internos.
Para el caso de su uso en bocas de ingreso a tapadas, al ser las mismas elementos fijos en la sistematización del riego, resulta más práctico que la lona no esté sellada al palo transversal y que quede instalada de forma permanente de manera de abrir y cerrar el ingreso a las bocas, a modo de compuertas.